¿Tres?, ¿cuatro?, o quizás cinco... La verdad es que ni siquiera recuerdo cuántas veces he intentado comenzar a escribir en un blog. ¿Importa? no creo que mucho.
No sé si existe una razón en particular por la que deje de escribir en un blog que he comenzado. Lo que sí sé es que me gusta escribir. La idea de partir algo, es comenzar a nacer entre comillas. Volverse algo, explorarse a sí mismo. Encontrar las ideas que andan sueltas en el cerebro propio.
Me pregunto: ¿Valdrá la pena escribir?, teniendo en cuenta que las estadísticas apuntan a que no sea leído por alguien más que mi mamá; yo creo que sí. Es probable que mi lector más frecuente sea yo mismo. Igual eso es entretenido, verse como un lector propio, un crítico sincero, no guía ni gurú.
Después de todo eso es lo que tenemos: a uno.
Como soy porfiado, no me importa partir otra vez algo, la verdad es que lo disfruto. Sería bonito que alguien más lo haga.
Con una primera entrada quizás medio fome y sin un real propósito, intento darme ánimos, con una pancarta mental gigante que dice "¡VAMOS!", distingo otras en la galería "ERÍS BKN", "TKM", "AWANTE EL BLOG". Es una metáfora de mi mente dándome ánimo. Las recibo con todas las ganas de partir algo lindo.
:-)
*Se abre una pancarta que dice Bienvenidos*
